¿Estrellas? Sí, las galaxias de nuestra ciudad las encontramos en el sector hotelero. La calificación que recibe un hotel es definida por estrellas, al cumplir con los estándares de calidad y los requisitos exigidos por las normas hoteleras. El número de estrellas va en aumento según los servicios anexos, como piscinas, guardería para niños, centros de convención, centros de negocio, lavanderías, restaurantes y algunos servicios a la habitación.
Los hoteles se clasifican por medio de estrellas, y el rango va de una a cinco. Teniendo en cuenta la cantidad de ellas, sabremos de inmediato qué es lo que podemos esperar: Una estrella representa a un hotel con características básicas, lo mínimo requerido para un establecimiento. Y en el otro extremo, las de cinco estrellas, sólo las obtienen los hoteles de lujo, con todas las comodidades posibles.
El grupo de aprendices de Administración Hotelera del SENA Tolima, visitamos dos estrellatos ibaguereños: uno de ellos el Hotel Dulima, calificado con cuatro estrellas gracias al trabajo dedicado desde hace 6 años que lo ha posicionado en el mercado. Esta organización es liderada por Adriana Sánchez, una mujer de retos que decidió apostarle ahora a la certificación en calidad ambiental “Sello Verde”; de lograrlo, lo convertiría en un hotel amigable con el medio ambiente.
Otro hotel visitado, fue el antes llamado Hotel Rodan, hoy Hotel Lusitania, el cual cuenta con 86 años de existencia. Se encuentra categorizado con tres estrellas y es un lugar de tradición familiar. Allí se puede encontrar el Museo Lusitania, donde se cuenta toda la historia de este hospedaje, creado por don Plutarco y doña Ester. Sus agradables ambientes ofrecen la más variada carta en su restaurante Rincón Típico, donde los comensales disfrutan de los mejores sabores tolimenses y colombianos.
Su gerente, Sandra Pinto, y su equipo de colaboradores tienen la misión de continuar con la calidad en el servicio y la calidez en su atención, cualidad que los posicionó en el mercado hotelero.
Como dicen por ahí, “la felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino en querer lo que uno hace”.
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