Alas. Eso fue lo que le pusieron dos jóvenes aprendices del SENA Tolima a su deseo de experimentar con nuevas tecnologías, y hoy lo que iniciaron como un proyecto para simular el ensamble de los helicópteros HUEY II, utilizados por las Fuerzas Militares de Colombia, tomó vuelo y se convirtió en una importante herramienta en el proceso de aprendizaje de los tecnólogos en Mantenimiento Aeronáutico, de la Escuela de Aviación Policial, con sede en Mariquita (Tolima).Se trata de Gustavo Forero Forero y Yulieth Santos García, que se forman como tecnólogos en Análisis y Desarrollo de Sistemas de Información, en el Centro de Industria y de la Construcción del SENA, en esta sección del país. Ellos dejaron volar su imaginación a partir de un manual de mantenimiento de los aviones Cessna y pensaron que sería interesante hacer un simulador en 3D para esa nave. Sin embargo, al poco tiempo, su rumbo cambiaría.
“Presentamos esa idea al instructor; se hicieron los contactos con la Escuela y allí nos empezaron a apoyar con documentación y asesoría. Cuando llegamos hasta el personal técnico, nos explicaron que ya estaba en desarrollo un simulador para los Cessna”, recuerda Gustavo. “Entonces, nos pidieron que trabajáramos mejor sobre el HUEY II. Así que comenzamos a investigar el tema y ya estamos presentando los resultados”.
Esos “resultados” son el diseño de un software interactivo para la simulación del ensamble y desensamble del helicóptero militar UH-1H II, también conocido como HUEY II. Este simulador consta de tres etapas, la primera de las cuales es la teórica, en donde el usuario –estudiante de la Escuela de Aviación Policial– puede ver todo lo que tiene el software. Allí se observa el texto complementado con imágenes de cada una de las partes de la aeronave y los sistemas que permiten su funcionamiento.
Luego, el simulador conduce a la etapa práctica, en la que se puede interactuar directamente con la aeronave para aprender a realizar su ensamble y desensamble. Posteriormente, se pasa a la etapa de evaluación, donde estudiantes y docentes pueden ver el nivel de avance en la apropiación de conceptos y la aplicación simulada de los mismos. De esta manera, el profesor tendrá elementos para profundizar o fortalecer un tema o área específica.
Interés por desarrollar el simulador
Por ahora, el simulador llega hasta al proceso de ensamble y desensamble de la parte externa de la aeronave, pero el Mayor Diego Javier Calvo, jefe del Área de Investigación Académica de la Escuela de Aviación Policial, explicó que como esta herramienta es un soporte académico para que el estudiante aprenda con más facilidad al interactuar con las partes, “el área de investigación de la Escuela está interesada en continuar el proceso para incluir los sistemas que quedaron pendientes y lograr el mejoramiento continuo del software”.
A su vez, el director de la Escuela de Aviación Policial, Teniente Coronel Carlos Aguirre Álvarez, destacó el hecho de que el convenio entre el SENA y la Policía Nacional busca aplicar estrategias que ayuden a dinamizar la investigación. “La integración de experiencias y conocimientos, unos adquiridos en el SENA y otros a través del manejo de los temas aeronáuticos de la Policía Nacional, nos han ayudado a que se generen estas actividades y estos resultados que son de mucho provecho para ambas entidades”, dijo.“Este trabajo es muy importante y ha sido reconocido por varias instancias e instituciones del orden nacional. Aún lo podemos mejorar fortaleciendo el tema de los sistemas de la aeronave, de manera más específica”, agregó Aguirre Álvarez. “Desde luego, nos va a servir para que lo traslademos a otras aeronaves y equipos que operamos y, por supuesto, va a facilitar la actividad de los estudiantes, lo cual hará que el conocimiento de estas aeronaves sea más apropiado y más rápido”.
Y es que el trabajo realizado por Gustavo y Yulieth, además de ser una innovadora herramienta académica para la formación de los tecnólogos en Mantenimiento Aeronáutico de la Escuela de Aviación Policial, constituye un apoyo para los pilotos y demás personal del área de aviación de esa institución.
“El software se desarrolló con el apoyo de la Policía Nacional. Trabajamos junto con tecnólogos y técnicos en mantenimiento aeronáutico, que nos asesoraron sobre las características de la aeronave y el diseño en general del simulador. También contamos con el apoyo de TecnoParque Nodo Bogotá, y con nuestro instructor se realizó un arduo trabajo para la construcción del prototipo, en todas sus fases”, aseguró Yulieth.
Puertas abiertas a nuevas tecnologías
El proceso que condujo a este objeto virtual de aprendizaje les permitió a los dos aprendices apropiarse de conocimientos sobre programación y las fases de desarrollo de un sistema de información. Para ello, debieron hacer levantamiento y análisis de datos, y después proceder con el diseño de prototipos, y la construcción y desarrollo de un sistema que pudiera sacarse al mercado.
Frank Rodríguez, instructor del SENA Tolima, dijo que este trabajo les ha abierto puertas para ver nuevas tecnologías, específicamente las relacionadas con el modelado en 3D. “Los aprendices tuvieron un arduo trabajo, pues les tocó prácticamente formarse en tres modalidades: una de desarrollo de sistemas de información, otra referida a la parte técnica de la aeronave, que se llevó a cabo en la Escuela de Aviación Policial, y la tercera, sobre el modelado en 3D, para la cual se contó con el apoyo de TecnoParque Bogotá”, explicó.Para llegar al producto final, Gustavo y Yulieth pasaron por varias “pruebas”, desde la generación de la propuesta y las múltiples correcciones de los borradores producidos, hasta la aprobación del proyecto por parte de las dos entidades. De ahí, la labor documental, la búsqueda y aprendizaje sobre programas para hacer el modelado de la aeronave y, por ende, la profundización en el conocimiento del manejo del 3D.
Lo anterior, sin contar las horas de formación junto a los aspirantes a Tecnólogos en Mantenimiento Aeronáutico y la participación en las jornadas desarrolladas en el aula-hangar y en las pistas de entrenamiento. Todo ello, para reconocer cada una de las partes de la aeronave y, de esta forma, llevarlas al simulador.Yulieth comenta así su experiencia: “Nos tocó acostumbrarnos a la vida militar, a los horarios y a las trasnochadas; aprender a manejar el tiempo y el trabajo en equipo; y también a movernos de un lado para otro, al mismo estilo de ellos”.
Por su parte, Gustavo hace una reflexión que empieza en lo espiritual y después aterriza en el simulador. “A veces se tiene una mente pequeña, pero doy gracias a Dios por permitirme ampliar mi horizonte y hacer que surgiera en mí la idea para desarrollar este proyecto innovador. Los manuales de mantenimiento cuentan con más de 500 hojas y la mayoría vienen en inglés técnico. Entonces, vimos que el aprendizaje se volvía tedioso. Por ello, quisimos que a través de la herramienta que generamos se ayude a hacer más agradable la formación”.
En todo caso, estos dos aprendices SENA manifiestan una intención práctica, que demuestra que están bien ‘aterrizados’ en la vida: crear una empresa. “La idea es continuar trabajando estas herramientas y objetos virtuales de aprendizaje, para seguir con la ayuda al área aeronáutica”, puntualizó Yulieth.
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