La vida está llena de ciclos y en cada etapa se aprende y se construye, descubriendo aun más la esencia del ser humano.
En esta travesía se aprende que duele más una palabra que un golpe, que nunca es tarde para decir lo siento y perdón, que no puedo cambiar lo que pasó pero puedo dejarlo atrás, que tengo mucho por aprender y que no importa la edad que tenga, aun estoy a tiempo de cambiar las cosas y ser feliz.
La verdad es desconcertante una realidad dentro de nuestra institución, cuando te detienes y empiezas a mirar atrás, recordando cada instante de lo vivido, cuando recuerdas las expectativas y la ansiedad por iniciar un proceso nuevo y diferente, que como muchos, es el inicio de construir una vida profesional, un futuro, de alcanzar un sueño, una vida y finalmente aportarle a muchas vidas.
Cientos, o mejor, miles de personas pasan por aquí, cada uno contemporáneos en su contemporaneidad, defendiendo ideales individuales, grupales, políticos, económicos o viviendo en un pasado que nos recuerda quiénes somos y de dónde venimos, pero que a otros, no los deja evolucionar, pensando que todo tiempo pasado fue mejor.
Pero el mundo cambia y evoluciona, para bien o para mal, cada uno de nosotros decide si crece o se detiene a mirar como el planeta se globaliza, como las culturas se mezclan entre si, como los mercados, la economía, la política, donde cada vez más las distancias entre continentes se hacen más cortas y vemos que un país como el nuestro, adquiere más interés a los ojos del mundo, convirtiéndose en la tierra de las oportunidades, oportunidades que los extranjeros descubrieron pero que nosotros los dueños del paraíso, no dimensionamos por nuestra pobreza mental y espiritual, porque unos cuantos así nos la recitan y algunos lo creyeron.
Es por esto que me atrevo a reflexionar desde el porqué, personas que dicen “defender” los intereses de un país, de una institución, o mejor, de una familia como lo es el SENA, agreden, violentan, intimidan, irrumpen, corrompen, indisponen, pisoteando los derechos de muchas personas, destruyendo sueños e ilusiones, envenenando corazones, ensuciando el buen nombre a un conjunto de personas que representan una institución, ¿por qué?.....
Por qué el “confunde y vencerás” se convierte en una estrategia, evidenciándose siempre que ingresan nuevos aprendices a nuestra institución, proclamando la libertad, los derechos, la igualdad, la lucha…. ¿para quienes?
Es triste ver en los “defensores” la falta de compromiso, una falta que raya con la sostenibilidad de nuestra institución, de nuestra educación, de nuestro bienestar. Es fácil hablar y juzgar, pero y ¿por que no actúan? y no hablo de actuar por las “vías de hecho”, cerrando un centro de formación, sino de trabajar, pero trabajar en pro del mejoramiento continuo, de crecer, de investigar, de ensayar, de difundir una cultura de pertenencia y valores humanos empezando por el respecto a la individualidad, el respeto por pensar diferente, inculcando un compromiso social y por construir país.
Agradezco a Dios por cada una de las personas que puso en mi camino, de alguna manera aprendemos de cada una de ellas y lo más importante es aprender a pensar de una manera sistémica, donde existe un todo, que lo que hacemos hoy, tiene sus consecuencias.
Finalmente soy un convencido de que egreso de la mejor institución de formación del país, aunque en procesos de mejoramiento continuo, y lo digo, por la calidad de cada uno de sus componentes, administrativos, pedagógicos, culturales y de la manera como el conocimiento y el emprendimiento, se imparte a todos los colombianos.
Amo a mi país, amo al SENA y doy gracias a toda la comunidad, por brindarme su confianza, apoyo y amistad.
Atentamente,
DIEGO FERNANDO LENIS CARVAJAL
Aprendiz To.P.E.M. SENA-CLEM
Representante de Aprendices 2010-2011
CC. A toda la comunidad SENA-CLEM (Tuluá) Colombia
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